¿Cuándo?

Mientras reunía dinero no dejaba de vigilar las ofertas de barcos, buscando aquella nave apropiada y  accesible a su economía. En 2010 viaja a la Graciosa, en diferentes ocasiones para ver algunos veleros. Finalmente en Enero del 2011 es cuando encuentra el adecuado. En el momento de dar el sí a sus antiguos propietarios, recibe una llamada mía en la que le doy una gran noticia: “iba a ser padre”. En un mismo día tiene que encajar que es dueño de un velero y que iba a tener un hijo-a, lo cual cambiaría el rumbo de nuestras vidas. Lo primero es retrasar el viaje. Hay mucho trabajo por hacer en el barco y la transformación de pareja a una familia requería también tiempo y cuidado.

Este tiempo que queda, en mi caso lo estoy empleando para desapegarme de lo que ha sido mi mundo durante mucho tiempo, además de muchas otras cosas. Con ello me refiero a que no es fácil dejar atrás una profesión, un estilo de vida, una familia, amigos... aunque sea un cambio elegido me esta resultando complejo. Sobre como lo estoy viviendo emocionalmente quisiera escribir en otro momento pero desde  que tomamos la decisión de movernos está siendo cada día un aprendizaje, es como un reseteo lo que nos estamos haciendo que afecta a la crianza de nuestra hija, que a su vez es otra fuente de transformación.