¿Por Qué?

Nada más lejos de la realidad, no se si existirá esa edad pero yo cerca de la cuarentena sigo buscando y cuestionándome creencias que creía adquiridas y aceptadas.

Me cuesta aceptar que un trabajo, una casa, un mes de vacaciones, una rutina llena de horarios sea la meta que ando persiguiendo.

El hecho de haber viajado me permitió descubrir diferentes maneras de vivir, muchas de ellas mucho mas respetuosas con la vida que la nuestra, además de permitirme conectar con mi yo más interno. También me confirmó que el lugar al que pertenezco (por nacimiento) no concibe una vida sencilla (austera) que es la que yo anhelo. Porque valora más el dinero que cualquier otra cosa, porque necesita consumidores de un mundo artificial, porque nos envenena poquito a poco, porque se empeña en meternos el miedo en el cuerpo de todas las maneras posibles y haciendo uso de toda su artillería, con el fin único de tenernos atados de pies y manos y disponibles para sus fines comerciales.

Por todo ello sigo en proceso de búsqueda. La suerte que tengo es que, en primer lugar, encontré un compañero el cual tiene la misma necesidad que yo y segundo el nacimiento de Julia que nos dió la motivación necesaria para combatir miedos ocultos y dar el gran paso.